Seguridad en Montaña: Planificar, Equipar y Actuar sin Riesgos

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El artículo de hoy es una guía exhaustiva resumiendo la información elaborada por el Instituto Aragonés de la Juventud para la organización y ejecución segura de actividades de senderismo y montaña, particularmente dirigidas a grupos de menores.

Hablaremos sobre la metodología para la organización de rutas de grupos.

Los 4 Secretos de Seguridad en Montaña que Nadie Te Cuenta y que Podrían Salvarte la Vida

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Nos basaremos en estos tres pilares fundamentales: una planificación meticulosa de la ruta, el aseguramiento del equipamiento adecuado y la actuación prudente durante la actividad. Asimismo, se establecen directrices claras para la gestión activa del grupo, la adaptación a la meteorología adversa y la aplicación del protocolo Proteger, Avisar, Socorrer (PAS) en caso de un accidente.

Cuando pensamos en los peligros de la montaña, la mente suele volar hacia imágenes dramáticas: tormentas repentinas, desprendimientos de rocas, animales salvajes o acantilados vertiginosos. Estos son los que los expertos llaman «peligros objetivos», aquellos que impone el propio medio natural y que debemos aprender a gestionar.

Sin embargo, la experiencia y los manuales de seguridad más rigurosos nos enseñan una lección sorprendente: los riesgos más significativos y frecuentes no son los que nos encontramos en el camino, sino los que llevamos con nosotros en la cabeza y en la mochila mal preparada. Son los «peligros subjetivos», aquellos que nacen de nuestra propia actitud y falta de preparación.

Este artículo revela algunos de los principios de seguridad en montaña más impactantes y contra intuitivos, basados en guías de expertos. Olvídate por un momento del equipo más caro o de la fuerza bruta; la verdadera seguridad reside en la preparación, la humildad y una mentalidad a prueba de fallos.

El Mayor Peligro en la Montaña Eres Tú, No el Acantilado

El concepto que lo cambia todo es la diferencia entre peligros objetivos y subjetivos. Los peligros objetivos son los que impone el entorno natural (el tiempo, la fauna, el terreno). No podemos eliminarlos, pero sí minimizar nuestra exposición a ellos.

Los peligros realmente decisivos son los subjetivos, aquellos provocados al 100% por una acción o actitud humana. Estos incluyen sobrestimar nuestras capacidades físicas, una planificación deficiente, falta de formación o llevar un equipamiento insuficiente o inadecuado. Mientras que los peligros objetivos deben ser gestionados, los subjetivos pueden ser drásticamente minimizados, o incluso anulados por completo, con una planificación adecuada y autoconciencia.

Como subraya una guía desarrollada en el marco de la iniciativa ‘Montañas Seguras’ del Gobierno de Aragón:

«Son aquellos donde la actuación humana es la responsable al 100 % de la situación de riesgo creada y/o del accidente. Una preparación y planificación adecuada de la actividad puede minimizarlos e incluso anularlos.»

La Regla de Oro en Grupo: Los Más Lentos Van Delante

Parece ir en contra de la lógica, pero en una excursión en grupo, los participantes con menor capacidad física o experiencia deben ir justo detrás del líder, en la cabeza del grupo. Esta es una de las reglas de oro de la gestión de grupos en montaña.

La estrategia detrás de esta regla es brillante y tiene tres objetivos clave:

1. Evita que se queden atrás: Al estar delante, es imposible que el grupo los «descuelgue» o los deje atrás por accidente.

2. Mantiene su motivación: Se sienten parte íntegra del grupo y no una carga, ya que no ven constantemente cómo los demás se alejan.

3. Permite al líder marcar un ritmo sostenible: El líder puede observar directamente su estado y adaptar la velocidad de la marcha a la persona que necesita el ritmo más pausado. La regla general es que el grupo debería poder mantener una conversación mientras camina.

Esta simple norma transforma la excursión. Deja de ser una carrera para los más rápidos y se convierte en una experiencia compartida, segura y adaptada a la capacidad real de todo el equipo.

Planificar No Es Elegir una Ruta, Es Diseñar un Plan a Prueba de Fallos

La planificación a nivel experto va mucho más allá de trazar una línea en un mapa. Es un proceso de diseño integral que contempla múltiples escenarios para garantizar la seguridad.

Una planificación robusta no solo define el itinerario principal, sino que también identifica y marca en el mapa una red de seguridad completa. Esta debe incluir:

• Rutas de escape: Vías identificadas para abandonar el recorrido de forma segura en caso de emergencia.

• Rutas alternativas: Opciones más cortas o sencillas que se pueden tomar si las condiciones empeoran o el grupo está fatigado.

• Pasos clave: Tramos con dificultad técnica que requieren especial atención.

• Puntos de no retorno: Lugares a partir de los cuales es más corto y seguro continuar que volver.

• Fuentes de agua fiables: Puntos confirmados para reabastecerse de agua.

• Puntos de apoyo logístico: Zonas accesibles en vehículo para una posible evacuación o avituallamiento.

Además, se deben identificar previamente las zonas de cobertura de telefonía móvil, un paso crítico ya que la normativa en lugares como Aragón exige poder contactar con los servicios de emergencia en todo momento.

Finalmente, para los guías profesionales, la ley exige un paso que debería ser práctica universal: realizar una revisión de la ruta sobre el terreno antes de llevar al grupo. Este «ensayo general» es innegociable y garantiza que el plan trazado en el mapa se corresponde con la realidad.

El Tiempo en la Montaña Tiene Sus Propias Reglas (y Necesitas Conocerlas)

En la montaña, el cálculo del tiempo no es una estimación, es una fórmula de seguridad. La gestión del horario es una ciencia precisa que debe incluir márgenes para imprevistos.

La fórmula recomendada por los expertos es clara: una vez calculado el tiempo base que llevará la ruta (según la distancia y el desnivel), se debe añadir sistemáticamente:

• Un +10% para paradas (comer, beber, descansar).

• Un +20% como margen de seguridad para cualquier imprevisto (un pequeño error de navegación, una ampolla, mal tiempo, etc.).

La regla más importante que se deriva de esto es que siempre se debe planificar la jornada para finalizar la actividad con un mínimo de 2 horas de luz diurna antes de la puesta de sol. Este enfoque matemático transforma la «esperanza» de llegar a tiempo en un sistema de seguridad fiable, evitando uno de los mayores catalizadores de accidentes: ser sorprendido por la oscuridad.

El equipo y el material que debes llevar para una ruta en la montaña

El tema del Equipo y Material es fundamental para garantizar la seguridad en las actividades senderistas y de montaña, formando parte del segundo paso esencial, junto con la planificación y la actuación con prudencia. Los peligros subjetivos, aquellos provocados por la acción humana, pueden ser minimizados o anulados mediante una preparación y planificación adecuada, lo que incluye evitar el equipamiento insuficiente.

Principios Generales sobre el Equipamiento

La preparación del equipo debe realizarse mientras se está en casa, y el monitorado no debe escatimar en la seguridad del grupo a pesar del peso. Un equipamiento insuficiente es un peligro subjetivo en el que el monitorado o los menores participantes no llevan el equipo adecuado o este no está en buen estado.

Para minimizar este riesgo, es imprescindible:

1. Comunicación con Tutores: Transmitir a padres, madres y tutores/as con suficiente antelación una lista del material necesario, diferenciando claramente el material imprescindible (sin el cual no se podrá participar) del material recomendable. La Utilidad MAPA es una herramienta que facilita la elaboración y envío de estos listados.

2. Supervisión: Supervisar antes de salir que todos los participantes llevan el material y que este se encuentra en buen estado.

3. Optimización: Evitar cargar con material innecesario, pero ser realista en cuanto a la capacidad de respuesta ante imprevistos, ya que las actividades con menores requieren una mayor capacidad de respuesta por parte del monitor.

Equipo y Material Personal

El equipo personal debe ser adecuado, especialmente para el monitor, quien es el primero que debe mantener su bienestar para gestionar el grupo con seguridad.

Protección contra las inclemencias

Se recomienda la Teoría de las Capas para evitar la pérdida de calor e hipotermia. Es preferible usar un sistema de varias capas superpuestas, ya que el aire acumulado entre ellas ayuda a mantener la temperatura, y permite ajustar la vestimenta según las condiciones meteorológicas.

1. Primera capa: Debe ir ajustada al cuerpo, preferiblemente de material sintético y transpirable para no absorber humedad.

2. Segunda capa: Sintética, encargada de mantener el calor.

3. Tercera capa: Debe ser impermeable y transpirable, protegiendo del viento y la lluvia.

Además, es crucial proteger la cabeza (gorros y pasamontañas), ya que se puede perder casi un 40% del calor corporal total a través de ella. La combinación de viento y frío produce la «sensación térmica», que puede ser peligrosa.

Calzado

Se requiere calzado específico de montaña, preferiblemente bota, debido a la irregularidad del terreno y la posible presencia de agua, barro u obstáculos. El calzado debe ser resistente, con buena adherencia en la suela y, si es posible, impermeable. Las zapatillas de trekking solo son válidas para actividades cortas y sencillas. Es fundamental llevar calcetines de repuesto que no formen arrugas y que sobresalgan holgadamente por la parte superior de la bota.

Comida y bebida

Hay que beber antes de tener sed y comer tan pronto como aparezca el hambre. El monitorado debe estar atento para evitar la deshidratación o el agotamiento del grupo. No se debe confiar en las fuentes que aparecen en los mapas, ya que pueden estar secas o no existir. Tampoco se recomienda beber agua de arroyos o barrancos debido a la posible contaminación por ganado; en caso de necesidad, se debe llevar material potabilizador.

La Mochila

Es el elemento imprescindible para portear todo el material. Para equiparla correctamente, se aconseja:

• Distribuir la carga para evitar desequilibrios.

• Dejar a mano lo que se pueda necesitar durante la marcha.

• Evitar objetos rígidos en contacto con la espalda.

• Evitar el exceso de peso en la parte superior.

• Usar un cubremochilas o una bolsa de basura industrial como saco aislante para proteger el interior de la lluvia.

• Almacenar las cosas en bolsas de plástico transparentes para mantenerlas organizadas, aisladas y visibles.

Otro Material

• Protección Solar: La crema solar de factor elevado, gorra y gafas de sol de filtro adecuado son necesarias en cualquier época del año, ya que la radiación aumenta con la altitud.

• Linterna o Frontal: Permite ver y hacerse ver si la niebla o la noche sorprenden al grupo.

• Bastones: Aunque no son imprescindibles, ayudan a equilibrarse y a evitar sobrecargas en las rodillas, siendo recomendables en actividades con fuertes desniveles.

Material de Seguridad del Grupo

Este material es colectivo y debe cubrir cualquier imprevisto. Es altamente recomendable llevar al menos dos unidades de cada elemento colectivo en caso de que sea necesario dividir el grupo.

Sistemas para Orientarse

1. Mapa: Imprescindible en la mochila. Su consulta es clave para saber la ubicación, el camino restante, las alternativas y las características del terreno. El monitorado debe saber leer un mapa.

2. Brújula: Permite orientar el mapa correctamente y evitar interpretaciones erróneas.

3. GPS: Es una herramienta de seguridad que puede ser un dispositivo específico o el GPS del smartphone. El GPS es siempre complementario al mapa y la brújula, nunca un sustituto, ya que es un aparato electrónico que puede fallar o quedarse sin baterías. Permite obtener la geoposición de forma rápida y precisa.

Sistemas para Comunicarse

Es vital garantizar el contacto con los servicios de emergencia en todo momento.

• Teléfono (Smartphone): Es un elemento de seguridad útil si se maneja correctamente. Se debe llevar con la batería cargada (y un cargador externo adicional), con las mínimas aplicaciones en funcionamiento, y protegido del frío y golpes. En zonas de cobertura deficiente, llevarlo apagado o en «modo avión» alarga la vida de la batería. Si no hay señal para llamar al 112, se puede intentar un aviso diferido mediante SMS o mensajería de datos a una persona de confianza.

• Teléfono Satelital: Permite la comunicación en zonas sin cobertura de telefonía móvil, ya que utiliza la red de satélites. Es importante recordar que las redes satelitales no tienen enrutadas las llamadas al 112; se debe llamar al número de emergencia del operador o al número fijo del Centro de Emergencias 112 SOS Aragón (0034976281234).

• Localizadores/Rastreadores por satélite (ej. SPOT, Garmin InReach): Balizas con GPS que permiten enviar mensajes predefinidos con la ubicación a grupos de rescate.

• Emisoras de corto alcance (Walkie-talkies): Alternativa a la telefonía móvil y satelital para la comunicación entre monitores y para pedir ayuda, como la iniciativa #Canal77PMR, que busca canalizar emergencias.

Botiquín y otros

El botiquín de campaña es pequeño y útil para afrontar contratiempos habituales. Es deseable que el monitorado tenga conocimientos básicos de primeros auxilios.

• Manta Térmica: Es el elemento que nunca debe faltar en el botiquín, ya que protege del calor y del frío en caso de accidente, incluso en verano. Se recomienda llevar más de una unidad.

Mantenimiento y Reparación

Es muy recomendable añadir al equipo colectivo material para reparaciones de emergencia, como aguja e hilo, imperdibles, pegamento/cinta americana y cordino fino (entre 3 y 5 mm).

La preparación del equipo se asemeja a llenar una caja de herramientas antes de un viaje largo: no solo se incluye la llave de tuercas básica (el equipo personal), sino también duplicados de los elementos críticos y herramientas de reparación (el material de seguridad del grupo). Si se olvida una herramienta vital en casa, se limita gravemente la capacidad de solucionar problemas inesperados en la ruta.

La Verdadera Seguridad Vive en Tu Mente, No Solo en Tu Mochila

Estas lecciones nos muestran que la seguridad en la montaña es, ante todo, un ejercicio de inteligencia, humildad y planificación meticulosa. Es un enfoque proactivo que busca anular los riesgos que están bajo nuestro control antes incluso de dar el primer paso.

Aunque un buen equipamiento es importante, las herramientas más críticas para nuestra seguridad no se compran en una tienda: son el conocimiento, la prudencia y la capacidad de tomar decisiones racionales.

La próxima vez que salgas a la montaña, ¿en qué peligros te centrarás: en los que no puedes controlar o en los que dependen enteramente de ti?

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